LOS GLÓBULOS BLANCOS O LEUCOCITOS
Se originan en la médula osea y el bazo y maduran en los ganglios linfáticos.
Son incoloros y con núcleo de diversa forma según el tipo.
Su función es intervenir en la defensa del organismo frente a enfermedades (forman parte del sistema inmune).
En 1 mm cúbico de sangre hay 7000 glóbulos blancos. Durante las infecciones esta cantidad aumenta ya que los leucocitos se multiplican para combatir los microorganismos.
Los leucocitos se pueden clasificar atendiendo a su núcleo:
Leucocitos con núcleos sin lóbulos (mononucleares):
Linfocitos: fabrican anticuerpos para la defensa. Su cantidad aumenta en enfermedades virales.
Monocitos: son macrófagos, se comen a diferentes organismos o restos celulares. A esta acción se le llama fagocitar.
Leucocitos con núcleos lobulados (polimorfonucleares)
Neutrófilos: Son los más abundantes y también son macrófagos, fagocitan hongos y bacterias.
Basófilos: son menos abundantes y son los responsables del comienzo de la respuesta a los procesos de alergia liberando la histamina.
Eosinófilos: su cantidad aumenta en enfermedades producidas por parásitos, en alergias y en el asma.
Los glóbulos blancos viven de 6 a 12 días según los tipos y se destruyen en todo el cuerpo.