6.- Podemos ampliarles vocabulario, habitual o popular, a través de las historias sociales
Si bien es necesario ser claros y literales en las frases de las historias sociales para que las personas con TEA entiendan mejor lo que les comunicamos, también podemos ampliarles el vocabulario a través de ellas, siempre que les expliquemos el significado del comentario a continuación, entre paréntesis. Y siempre, que la capacidad de comprensión del niño lo permita.
Ejemplo:
En la frase siguiente se le quiere comunicar al chico con TEA que pregunte a la madre de su amigo, donde va a quedarse a comer, si le puede ayudar en algo.
- Pregunto a la madre de Juan si le puedo ayudar en algo.
La frase de arriba, sería la más habitual y adecuada a la comprensión literal de los chicos/as. En la frase de abajo contribuimos a ampliarles el vocabulario. Si sabemos que no conoce el significado de la palabra anfitriona podemos hacer lo siguiente:
- Pregunto a la anfitriona (dueña de la casa) si le puedo ayudar en algo.
En el caso de utilizar un dicho popular sería lo mismo; tras el dicho popular la frase en broma etc. Pondríamos entre paréntesis el significado, explicándoles a los chicos/as con TEA de alto funcionamiento que en el paréntesis está el significado de la palabra subrayada.
7.- Generalizamos Esto es algo que cuesta asimilar a las personas neurotípicas, ya que es habitual ir al ritmo que marca el día, y aunque nuestra mente es aficionada a divagar entre pasado y futuro, no solemos utilizar esta faceta para ir por delante de ellos en muchos asuntos del día a día. Generalizar, significa que hemos de proyectar nuestra mente hacia las necesidades futuras de los chicos. Es decir, si hemos enseñado, a través de una historia social a nuestro hijo a hacer pis sin que se salga de la taza del váter es posible que lo haga en casa y no lo generalice o no lo haga en otros baños. Hay muchos aprendizajes que podremos generalizarles si nos habituamos a ello y que nos ahorrarán trabajos futuros. Volviendo al ejemplo de hacerse pis fuera de la taza del váter, podríamos hacerle una historia social de esta manera que tras hacérsela leer varios días podemos pegar en la pared del baño, para que le recuerde, cada vez que va a hacer pis lo que ha de hacer: Sin embargo, en este trabajo, que funcionó en casa, le falta, como hemos comentado la generalización. Y para proporcionársela, al trabajo le añadiríamos: Orinar dentro de la taza del váter, como he aprendido, es hacer lo correcto en todas las tazas de los váteres que me encuentre; bien sea en los comercios, restaurantes, en cualquier casa, etc, etc. Porque en todas las tazas de los váteres se ha de hacer pis de la misma manera. Anécdota:
Cuando mi hijo aprendió a hacer pis sin salirse de la taza, con este trabajo, me dijo que en el baño de casa de la abuela hacía pis fuera de la taza del baño. Me di cuenta entonces que no había generalizado este aprendizaje y se lo expuse, primero de manera oral, convencida de que tendría que hacerle un trabajo nuevo con la generalización para que no hubiese problemas en ningún lado, sin embargo, en esta ocasión no fue necesario, ya que Ian captó la pauta de manera oral.
Generalicemos todos los trabajos que tengan posibilidad de ser generalizados. Hacerlo nos ahorrará futuros trabajos con historias sociales. Os dejo este interesante vídeo de Vivencias diarias:
Generalización y mantenimiento de habilidades 8.- Estimular cualquier actitud positiva Esta es una lección pendiente en nuestra sociedad, pues tendemos a reforzar las actitudes negativas con mucha más frecuencia y generalmente. Hemos crecido con estas pautas de aprendizaje y cambiarlas requiere esfuerzo y tiempo por nuestra parte. Cuando los niños son pequeños lo hacemos sin excesivos problemas. Comentamos lo campeones que son, que lo hacen todo genial etc. Pero cuando llegan a los siete u ocho años y empiezan a equivocarse o a experimentar cosas metiendo la pata en más de una ocasión, como es normal, pues crecer implica cometer errores, nuestra actitud cambia, pues ya les hemos avisado, más de una vez, lo erróneo de su acción y vuelven a repetirla. Es ahí cuando nos sacan de quicio y sale por nuestra boca la antigua usanza, esas frases que generan baja autoestima en los niños por lo crudas y duras que pueden llegar a ser. Frases que tal vez nos decían a nosotros cuando cometíamos algún error y que, como programas establecidos se mantienen en el disco duro de nuestra mente. Cambiar este aspecto puede llevarnos toda una vida, ya que nadie nos ha enseñado a eliminar los programas que traemos de fábrica, sustituyéndolos por otros más adecuados a nuestras vivencias actuales. De manera que, a pesar del esfuerzo que hacemos para utilizar otras formas, de vez en cuando y en menos de un click el programa viejo toma de nuevo las riendas de la situación, cuando ésta requiere una paciencia que no encaja en la vertiginosa y galopante sociedad en la que habitamos. No nos desesperemos, con paciencia lo conseguiremos. Utilizar terapias alternativas, mentales o emocionales de desprogramación mental, nos puede ayudar bastante a enterrar de una vez y para siempre esta forma de actuar aprendida que, en realidad, no ha funcionado nunca de la manera que se esperaba, sino más bien que ha generado desazón y baja autoestima siempre. Lo que ha provocado a su vez muchos otros problemas a la larga. La meditación diaria es fundamental para controlar el estrés al que nos aboca la vida, junto con las duras experiencias que vivimos los papás de niños con TEA. Estimular las actitudes positivamente y ayudar a nuestros hijos o alumnos a razonar sus propios errores ha de convertirse en un objetivo a integrar en nuestra forma de comportarnos, aun cuando estos sean adultos.
9.- Lo más importante: tener en cuenta sus emociones, ritmo de aprendizaje y maduración social Y aquí os dejo un artículo que escribí para la web MIAC de Maestros innovadores, Alumnos competentes, que habla de este tema: Artículo: Las emociones, nuestra asignatura pendiente Vídeo de Vivencias diarias: Enseñando a través del juego
PREGUNTAS
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