Creado por @AuroraGarrigos
3.- Llevaremos especial cuidado con las palabras:
SIEMPRE y NUNCA
La rigidez que caracteriza a las personas con TEA les impide darse cuenta de los matices que pueden acompañar a estas palabras, por ejemplo:
Si en pleno invierno, necesitamos que la puerta del salón se mantenga cerrada para evitar el frío y le decimos a un niño con TEA que la puerta del salón ha de estar cerrada siempre, corremos el riesgo de necesitar hacer otro trabajo para que, cuando llegue el verano, la deje abierta pues, si el niño capta y asimila la orden, la cerrara siempre por mucha calor que haga.
Para evitar esto, requeriríamos interiorizar en sus características y conocer dicha rigidez e incapacidad que manifiestan las personas con TEA a la hora de leer el lenguaje corporal de las personas con las que interactúan, pues si no conocemos esto no matizaremos la frase explicando al niño que ha de estar cerrada siempre que sea invierno, para evitar el frío, dejándola abierta en la primavera y verano. Un matiz importante que ayuda a los niños con TEA a comprender lo que precisamos de ellos y que, de otra manera, tendrían difícil conocer y realizar adecuadamente.
Algo que a nosotros nos parece obvio, por la facilidad que tenemos para leer el lenguaje corporal de quien hace la petición, para ellos no lo es. El gesto que acompaña a la petición de cerrar la puerta es indescifrable para ellos o les pasa inadvertido y la orden de cerrarla la llevarán a cabo a rajatabla si la han asimilado y nosotros, por desconocimiento de sus características, no añadimos los matices necesarios para que puedan adaptarse a una nueva situación.
Con la palabra ?nunca? pasaría exactamente lo mismo.
4.- Que las frases sean literales y positivas
Y es aquí, al controlar la literalidad y positividad de las frases, cuando nos damos cuenta de la gran cantidad de connotaciones negativas que utilizamos en ellas y la dosis de dichos populares, metáforas e ironías, que introducimos en nuestro lenguaje, lo que lo convierte en todo un jeroglífico para las personas con TEA, pues ellos no entienden nada de todo esto, a menos que les vayamos enseñando, y aun así, las ironías o las bromas les llevará bastante tiempo (años) aprenderlas.
Seamos positivos y literales en nuestra expresión en las historias sociales, ejemplo:
En lugar de decir:
1. No llevaré los libros fuera de la mochila
2. No escucharé a los niños si se burlan de mí
3. Si estás malo has de decírmelo
Les decimos:
1. Llevaré los libros dentro de la mochila
2. Ignoraré las burlas de los niños
3. Si estás enfermo has de decírmelo
Las frases en las historias sociales han de ser claras, positivas y lo más literales posible. Las frases con connotaciones negativas pueden entorpecer la comprensión de algunos niños con TEA, que seguramente no nos harán saber sus dudas, de ahí la importancia de aprender a utilizar las frases de manera positiva. Esto no significa que todos los niños con TEA dejen de comprenderlas si están escritas en negativo, sin embargo, puede ser una de las causas de incomprensión hacia lo que les proponemos en la historia social, por lo que necesario tenerlo en cuenta y evitar las connotaciones negativas siempre que nos sea posible. A la vez, esto nos ayudará en la práctica de modificar nuestra forma de hablar a positivo, más acorde a la época actual, por fin volcada en atender las emociones de los aprendices, pues es siempre mucho más estimulante que nos hablen en positivo.
Aquí os paso un link sobre hablar en positivo a los niños ¡No os lo perdáis!
5.- Reajustamos aprendizajes distorsionados
Las personas, en general, tendemos a aportar a los aprendizajes nuestro toque personal. Esta es una faceta humana que también está presente en las personas con TEA. Otra cosa es que ese toque personal sea el más adecuado al momento, situación o se ajuste a los criterios que consideramos correctos en cada familia, centro o lugar social.
Cuando mi hijo Ian, que tiene ahora veintisiete años y Síndrome de Asperger, tuvo edad de afeitarse pasó por varias etapas.
Al principio no había manera de que quisiera afeitarse, hasta que un día le cogió el truco y pasó de no querer afeitarse a afeitarse tres veces al día. A base de trabajarle este exceso, que era una distorsión del aprendizaje, por procesos obsesivos, pudimos conseguir que se afeitara una vez al día antes de dormir, ya que por la mañana no quería hacerlo. Ahora, se afeita cada dos días, siempre por la noche. Sin embargo, hace una semana, más o menos, ha añadido un nuevo efecto a la acción de afeitarse y es que lo hace fuera del baño. Va por el salón, dándose pasadas con la máquina de afeitar, para ir a terminar de hacerlo en el baño, algo que vamos a tener que trabajar. Este tipo de cambios creo que forman parte de muchas personas en general, la diferencia radica en que los chicos con TEA requieren otra forma de expresión por nuestra parte, o un complemento visual para comunicarles ciertas cosas, por las dificultades que tienen a la hora de comprender algunas expresiones orales, la literalidad que les caracteriza, los problemas que pueden causarles otras comorbilidades, como el déficit de atención, las obsesiones, la rigidez mental que también forma parte de sus peculiaridades etc. y que siempre harán la interacción más complicada de lo habitual, con cualquier otro chico sin Asperger o TEA.
También es importante conocer sus características o dificultades personales y la personalidad que tiene cada niño, pues es complicado llegar a conocerles realmente. Hasta una madre lo tiene complicado; por la falta de expresividad que suelen tener o el inexistente lenguaje corporal, lo que sin duda nos dificultará saber qué les pasa o sienten en cada momento.
La distorsión en los aprendizajes son conductas que hemos de aprender a extinguir o modificar, por eso, aquí os dejo unos vídeos geniales, que igual conocéis, y que estoy segura os ayudarán en vuestra tarea diaria con los chicos:
La
puerta
del
patio
ha
de
estar
cerrada
en
invierno
Si
la
dejamos
abierta
en
invierno
tendremos
frío
En
verano
podremos
dejarla
abierta
para
que
corra
el
aire
y
nos
quite
el
calor
por
las
mañanas
y
por
las
tardes