Las metodologías Activas permiten la colaboración de profesionales que trabajan en proyectos similares y/o que viven
en lugares diferentes del mundo. Existen varios tipos:
Trabajo Colaborativo:
Trabajo en el que varias personas se comprometen en la medida de sus posibilidades a conseguir un objetivo colectivo ayudándose mutuamente.. Cada persona es importante y se aprovechan las habilidades de todas las personas que integran el grupo a través de la cooperación. En este caso las diferencias no son un inconveniente sino una oportunidad.
Trabajo por objetivos:
La persona que trabaja por objetivos tiene en cuenta los resultados más que el tiempo dedicado a conseguirlos.
Es necesario realizar una planificación detallada y realista de los objetivos y de las actividades necesarias para alcanzar los objetivos marcados, que deben concretos y precisos. Se hace imprescindible una definición precisa de la responsabilidad de cada uno de los integrantes del grupo.
Trabajo en red:
Permite la colaboración entre personas o grupos que trabajan sobre un mismo proyecto. Se trata de una colaboración continuada, estable y sistemática.
Se comparte información, experiencias de forma efectiva que contribuye a una gestión colectiva del conocimiento. cada persona o grupo trabaja de forma independiente sus funciones y tareas.