EL GUSTO
El órgano relacionado con el sentido del gusto es la BOCA.
La boca está especializada en captar substancias químicas contenidas por los alimentos. En su interior las interpreta como sabores y los envía, en forma de impulsos nerviosos, al cerebro.
Para completar la información también se necesita del olfato.
ESTRUCTURA DEL GUSTO
Úvula:
Lengua:
Labios:
Dientes:
Paladar:
Amígdalas:
Papilas Gustativas:
Pequeñas protuberancias distribuidas a lo largo de la lengua que le dan un aspecto rugoso. También existen en el paladar y en las amígdalas.
EL MECANISMO DEL GUSTO
Los dientes y la lengua desmenuzan el alimento. Este se mezcla con saliva y en parte, se disuelve en ella. Sólo así, en estado líquido o disuelto, las partículas pueden alcanzar los receptores del gusto: las papilas gustativas.
Las papilas son pequeñas protuberancias distribuidas a lo largo de la lengua (el paladar y las amígdalas también las contienen) que perciben el sabor de los alimentos. En los laterales de las papilas se hallan las células sensoriales, agrupadas en botones gustativos.
Las células sensoriales, provistas de cilios que son estimulados por las substancias químicas disueltas, se continúan en fibras nerviosas que recogen y transmiten las sensaciones al nervio gustativo en forma de impulso. Este nervio lleva la información a
la zona gustativa del cerebro.
Para una información más completa el cerebro necesita también sensaciones provenientes del olfato, ya que los alimentos también desprenden moléculas gaseosas (por eso cuando estamos resfriados no saboreamos tan bien).
Las papilas también poseen terminaciones nerviosas sensibles a la temperatura, a el dolor y al contacto. Esto hace de la lengua un órgano muy sensible.
Existen cuatro sabores: dulce (azúcar), salado (sal), ácido (limón) y amargo (café). Aunque también se habla de un quinto sabor, el "umami", descubierto por un científico japonés.