INTERCAMBIO DE GASES EN LA RESPIRACIÓN

Los bronquiolos acaban en los sacos alveolares. Cada saco alveolar está formado por grupos de alvéolos (esferas de membrana muy fina).
En los pulmones tenemos más de 300 millones de alvéolos, que representa una superficie de aproximadamente 100 m2.
En los alvéolos pulmonares se produce el intercambio de gases entre el aire y la sangre.

Como las paredes de los alvéolos son muy finas las partículas pueden atravesarlas:

. El O2 (oxigeno) del aire pasa a la sangre. 
. El CO2 (dioxido de carbono) de la sangre pasa al aire.

El movimiento de las partículas de O2 y CO2 de dónde están menos concentradas a dónde están más concentradas se conoce como: simple difusión.

La difusión se produce siempre cuando dos soluciones con distintas concentraciones entran en contacto, y dura hasta que las cantidades se hayan igualado con la misma concentración.
Ej: Tienes una tina separada en dos mitades por una lamina. En un lado tienes 100% H2O (agua) y en el otro 50% H2O + 50% NaCl (agua con sal). Retira la lamina. Las aguas se
mezclaran hasta obtener una disolución de 75% H2O + 25% NaCl (agua con sal, pero menos salada). Esto pasa porque los dos lados se igualan en contenido. Esto se llama simple difusión. 

El proceso en la respiración es el siguiente:

1. La sangre transporta el CO2 procedente de las células al pulmón.
2. En los alvéolos el CO2 se intercambia por el O2 proveniente de la inspiración y se expulsa en la espiración.
3. El O2 es transportado por la sangre a todas las células. 

Cuando la sangre salió del pulmón se enriqueció en oxígeno y se desprendió prácticamente de todo el dióxido de carbono que tenía.
La sangre rica en oxígeno, procedente del pulmón, llega a todas las células de nuestro cuerpo a través de una fina red de vasos sanguíneos (para que puedan usarlo para oxidar nutrientes y obtener energía), luego vuelve al pulmón para desechar el dióxido de carbono que le recogió.