En la Teoría de la Música tradicional, la consonancia se definía como los intervalos que resultaban agradables al oído, y la disonancia como los que producían una sensación molesta o de desagrado.
Evidentemente, la evolución de la música a lo largo de la historia ha provocado también una transformación en la forma de escuchar y apreciar los sonidos, de tal modo que hoy en día podemos entender como sonidos consonantes los que tiempo atrás eran considerados disonantes.